Leishmaniosis.... una enfermedad cada vez más frecuente en España
La leishmaniosis es una enfermedad infecciosa causada por el parásito llamado Leishmania, la cual se transmite a través de la picadura de flebotomos infectados, un insecto similar a un mosquito. En los últimos años, se ha observado un notable crecimiento de la leishmaniosis en España, afectando tanto a perros como a humanos, lo cual genera una creciente inquietud en la comunidad.
Prevalencia de la leishmaniosis
La leishmaniosis se ha expandido en diversas regiones españolas, aumentando los riesgos para la salud pública y la salud animal. Las zonas más afectadas suelen ser aquellas con climas cálidos y secos, donde los vectores de la enfermedad encuentran un hábitat ideal. Climas, que precisamente están en auge debido a los cambios climáticos. El crecimiento de la incidencia de la enfermedad pone de manifiesto la necesidad de estrategias efectivas de prevención y control.
Riesgo de leishmaniosis en perros
Los perros son los principales reservorios de la Leishmania y, por tanto, juegan un papel crucial en la dinámica de transmisión de la enfermedad. Además, en toda la península hay prevalencia de Leishmania, incluso en el norte. La leishmaniosis canina puede manifestarse de varias formas, desde infecciones asintomáticas hasta enfermedades graves que pueden resultar fatales si no se tratan adecuadamente. Los síntomas incluyen pérdida de peso, lesiones en la piel, crecimiento excesivo de las uñas, entre otros.
Riesgo de leishmaniosis en gatos
Aunque los perros se consideran el principal reservorio para el parásito, la leishmaniosis felina es actualmente una enfermedad emergente. Los gatos pueden ser infectados por las mismas especies de Leishmania que los perros. Los gatos inmunodeprimidos suelen tener mayor riesgo de desarrollar leishmaniosis y con una variedad de síntomas, que van desde lesiones cutáneas (las más comunes), hasta problemas respiratorios y renales.
Riesgo de leishmaniosis en personas
Aunque menos común, la leishmaniosis también puede afectar a las personas, especialmente a aquellas con el sistema inmunológico débil. Los síntomas varían según la forma de la enfermedad (cutánea, mucocutánea o visceral) y pueden incluir úlceras en la piel, fiebre, pérdida de peso y aumento del tamaño del bazo e hígado.
Prevención y control
La prevención de la leishmaniosis se centra en evitar las picaduras de los flebotomos. Uno de los métodos preventivos para los perros es el uso de Frontline® Tri-Act, un tratamiento antiparasitario que protege contra las picaduras de estos mosquitos. Frontline® Tri-Act reduce el riesgo de leishmaniosis durante 4 semanas, gracias a su acción dual sobre el flebotomo que lo repele y lo mata. Además, Frontline® Tri-Act actúa frente a pulgas y garrapatas con una gran velocidad de acción.
También, es fundamental la educación sobre la enfermedad y la promoción de prácticas de prevención, como el uso de insecticidas y repelentes, así como el control de la población de flebotomos mediante la gestión ambiental adecuada.
Tratamiento y manejo
El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado de la leishmaniosis son cruciales para mejorar el pronóstico de los pacientes. En los perros, existen tratamientos que pueden controlar los síntomas y reducir la carga parasitaria. En humanos, el tratamiento depende del tipo de leishmaniosis e incluye fármacos antiparasitarios.
Conclusión
El crecimiento de la incidencia de la leishmaniosis en España es una realidad que requiere atención y acción. La prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento son esenciales para controlar la enfermedad y proteger tanto a las mascotas como a las personas. Es importante que los cuidadores de perros estén informados sobre los riesgos y las medidas preventivas, como el uso de Frontline® Tri-Act para combatir la expansión de la leishmaniosis.
Si tienes un perro o vives en una zona de riesgo, ¿estás tomando las medidas necesarias para prevenir y combatir los parásitos que pueden transmitir enfermedades a tu mascota y a tu familia?